Probablemente la forma más
sencilla de abordar el tema de la velocidad sea aumentar el ritmo cuando te
sientes bien y reducirlo cuando necesites un descanso. Esta clásica estrategia
de entrenamiento, llamada fartlek (que significa en sueco juego de velocidad),
alterna carreras fuertes y suaves, tú decides la velocidad y longitud, y es
usada tanto por principiantes como por atletas de calibre olímpico.
Algunos tips para tener en
cuenta a la hora de conocer, proponer o alterar tu propio ritmo de entrenamiento:
1. CONÓCELO
¿No estás seguro de qué
ritmo llevar en los entrenamientos?
Mete tu tiempo de alguna
carrera reciente en algún calculador de ritmos en Internet. Sacará tu ritmo por
kilómetro de esa carrera y tendrás que ir más suave cuando aumente el kilometraje
y un poco más rápido cuando sea más corto.
2. PÚLSALO
Para obtener tu marca
personal, normalmente tienes que ir cogiendo los tiempos en las tiradas largas.
En los rodajes progresivos aumenta el ritmo gradualmente, te preparará para
poder apretar en las carreras en la parte dura: cerca del final.
3. ÚSALO
Llega el día de la
carrera, algunos corredores todavía salen demasiado rápido después de haber
entrenado su tiempo de carrera. Para conseguir tu tiempo corre al ritmo que te
has marcado.
TRUCOS DEL OFICIO
Métete el ritmo en la
cabeza
¿Tienes un gran objetivo?
Haz un seguimiento de lo que quieres hacer y divide los tiempos de la carrera
para podértelo escribir en el brazo con un rotulador como un tatuaje temporal.
Podrás comparar los tiempos por kilómetro de tu reloj con los del brazo en el
transcurso de la carrera para llegar a tu objetivo.
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